sábado, 25 de junio de 2016

COMENTARIO DE "LAS MENINAS" DE VELÁZQUEZ

ALUMNA: SONIA RODRÍGUEZ AGUILAR



FICHA TÉCNICA: La obra que vamos  a comentar recibe el título de "Las Meninas" aunque su primer título fue "La familia de Felipe IV" y se trata de un óleo sobre lienzo realizado en 1656  por el pintor barroco español Diego Velázquez.

ANÁLISIS DE LA OBRA: Nos encontramos ante un retrato grupal en el interior de una estancia decorada con cuadros en las paredes que identificamos como el estudio del pintor en el alcázar real de Madrid.. Aparecen diez figuras situándose casi en su totalidad en la mitad inferior del cuadro creando un gran campo visual correspondiente a la estancia, campo que se amplia mediante el recurso de una puerta que se abre al fondo. El centro de la obra lo ocupa la figura de una niña rubia de unos cinco años de edad que identificamos como la infanta Margarita. A sus lados aparecen dos damas de honor, conocidas por el nombre portugués de meninas que da nombre a la obra en su conjunto. La menina de la izquierda, Agustina Sarmiento, se inclina hacia la infanta para ofrecerle en una bandeja de plata una pequeña jarra con agua. A la derecha se sitúa una segunda menina, Isabel de Velasco. Delante de ellas, en el ángulo inferior derecho aparecen dos personajes que por sus rasgos identificamos como bufones, personajes comunes en las cortes reales y la comitivas de príncipes y reyes, que identificamos como María Bárbola y Nicolás Pertusato quien en una travesura típicamente infantil, coloca el pie encima de un perro mastín tumbado con la intención de molestarlo. Justo detrás de Isabel de Sarmiento encontramos al pintor, Diego Velázquez, quien lleva los elementos propios de su oficio, pinceles y paleta, pues se encuentra realizando su trabajo delante de un enorme lienzo del que sólo vemos su parte trasera. En un plano posterior, entre penumbras distinguimos dos personajes adultos que parecen dialogar. Uno se trata de una mujer que se ha identificado como Marcela Ulloa, señora de honor, mientras que el hombre conn el que parece dialogar no ha sido identificado. Al final de la estancia descendiendo unas escaleras y enmarcado por la puerta aperece José Nieto, aposentador de Palacio. En la pared del fondo un espejo nos ofrece el reflejo de dos personajes que identificamos como los reyes Felipe IV y la reina Mariana de Austria.
Respecto al tratamiento de la luz en la obra, la estancia aparece en semipenumbra iluminada por dos focos de luz, una ventana que estaría situada a la izquierda de los personales en primer plano, de la que vemos el lateral del marco, y la puerta del fondo abierta. Ello permite que se iluminen los personajes en primer plano y el del fondo dejando el espacio intermedio en penumbras.
Por otro lado, respecto a la perspectiva, el pintor domina la perspectiva lineal de manera que la habitación forma un espacio cúico cuyas líneas convergen en un punto de fuga mientras que también el pintor demuestra ser un maestro en el dominio de la perspectiva aérea al captar la atmósfera existente entre los personajes que difumina los contornos de las figuras.
Los colores usados son oscuros, sin estridencias, dominando los grises , plateados, azules oscuros y ocres.
Respecto a la técnica, Velázquez utiliza pinceladas largas y fluidas junto a otras más cortas y precisas que crean toda una serie de efectos táctiles como el pelaje del perro mastín, las maderas o las telas de los vestidos.

COMENTARIO DE LA OBRA: respecto al significado de la Obra, ésta ha sido sometida a las más variadas interpretaciones. Quizás la más aceptada es la de que Velázquez nos muestra un momento fugaz y anecdótico: la visita de la infanta acompañada de su sequito al taller del pintor para presenciar como éste retrata a sus padres, los reyes, reflejados en el espejo del fondo. Así, la obra parece mostrarnos un instante fotográfico, un momento fugaz congelado en los gestos como la menina que ofrece la jarrita de agua o el bufon que coloca su pie sobre el perro.
Velázquez, como buen pintor barroco, gusta de jugar con el ilusionismo en la pintura y el juego de realidad y ficción. Así nosotros, que somos los espectadores y observamos el cuadro, de repente, por la magia de la pintura, nos convertimos en el objeto de observación de la figuras del cuadro. Son ellas las que nos observan, pues nosotros, a través del reflejo del espejo del fondo, nos convertimos en los reyes retratados por el pintor y pasamos a compartir la misma estancia con los personajes del cuadro. Nuestro espacio queda intengrado en el cuadro, recurso éste que ya utilizaba Velázquez en su etapa sevillana, en el cuadro de "Cristo en casa de Marta y María"  y que ya había sifdo utilizado anteriormente por Jan Van Eyck en "El matrimonio Arnolfini".
Por otra parte, el hecho de que el propio pintor se represente ejercitando su oficio se ha interpretado como una reivindicación del propio Velázquez de la condición de la pintura como arte liberal y no como oficio más propio de artesano, como era considerada la escultura, que requería un esfuerzo físico no necesario para la ejecución de la pintura. Esta consideración era muy importante dadas las aspiraciones de Velázquez de ascender socialmente obteniendo un título nobiliario, para lo cual era condicio sine qua non no ejercer ningún oficio que requiriese esfuerzo físico. Filnalmente, Velázquez obtuvo dicho reconocimiento como caballero de la Orden de Santiago, cuya cruz luce en su pecho, aunque ésta fue pintada con posterioridad a la muerte del pintor.


CONCLUSIÓN: Nos encontramos no sólo ante la obra más importante de Velázquez sino ante una de las de mayor trascendencia de la  pintura española y universal. Esta obra maestra de la historia de la pintura occidental influirá en muchos pintores posteriores, siendo reivindicada la figura de Velázquez por los impresionistas como Manet y, posteriormente, por Picasso quien, en 1957, realizó una serie sobre "las Meninas" acercándose al tema velazqueño desde la nueva óptica cubista.



COMENTARIO SOBRE "EL TORMENTO Y EL ÉXTASIS" (CAROL REED, 1965)
Alumno: Lázaro Ramos Hernández
Lo primero que se puede decir de esta cinta es que resulta un elemento educativo interesante, ya que nos muestra indirectamente cómo eran las actividades y funciones de un Papa (en este caso, Julio II, un papa caracterizado por su falta de cultura) en pleno siglo XVI, lo cual indefectiblemente debemos comparar con la actualidad donde muchas características han cambiado.
Es tiempo en que vemos a un Papa subido a un caballo dirigiendo batallas en nombre de la Iglesia, de allí que Julio II prefirió que se le hiciera una escultura con un espada en la mano. En el filme se muestra a las claras a un santo pontífice guerrero, calculador y estratega, el abanderado de las luchas contra los extranjeros en la puja por territorios. Pero no se ahonda tanto en detalles, apenas se expone el marco contextual de la época y el lugar donde se desarrolla el nudo central del filme: la relación entre Julio II y Miguel Ángel. La misma se puede resumir como un tanto patológica, tensa pero con un dejo de respeto mutuo de fondo.
La decoración de la bóveda de la Capilla Sixtina es el tema principal del filme, la negación de Miguel Ángel y la constante insistencia de Julio II para que termine su trabajo, ello llevó a muchas situaciones de enojos, de exabruptos, de idas y vueltas, pero que en esencia no se puede dejar de decir que ambos, a pesar de sus diferencias, eran almas gemelas que se admiraban mutuamente. Y ello lo podemos vislumbrar en una película dirigida por el londinense Sir Carol Reed, quien lleva a la pantalla una interesante historia, basada en la novela homónima de Irving Stone, donde se exponen las disputas, los entredichos, las posturas disímiles entre un arquitecto al que se le pide caprichosamente que haga las veces de pintor, un Miguel Ángel que se niega rotundamente y que se siente perseguido, agobiado por el encargo del Papa, el cual le demandará 4 años de su vida con constantes quejas por ser mal pago. Más allá de esta situación en particular que ocupa el núcleo temático del filme, es innegable que ambos son dos figuras sobresalientes del Renacimiento Italiano, y que por lo tanto siempre es bienvenido un filme que nos empape de detalles y características de los mismos.
Me pareció impecable lo de Rex Harrison como Julio II (con nominación incluida a mejor actor dramático en los Golden Globes), quien a mi criterio supera ampliamente el personaje de Miguel Ángel, encarnado por un Charlton Heston que no me pareció del todo convincente.
Lo demás, correcto, más que aceptable propuesta con un exquisito diseño de arte, una gran decoración de escenarios, atrayente vestuario, música y sonido. Un filme correcto desde lo técnico, que merece ser visto para entrar y observar las relaciones tan particulares entre dos fuertes personalidades.
DOCUMENTALES DE HISTORIA DEL ARTE


La serie "Historia del Arte" (10 documentales dirigidos por Gaby Imhof-Weber y Kurt W. Oehlschläger, 1991), sintetiza muy bien los contenidos que vamos a ver a lo largo de la asignatura. Un visionado comprensivo de cada uno de los episodios de los que se compone al término de cada una didáctica servirán como actividad de repaso para los alumnos que lo necesiten.

A continuación tienes los enlaces de los documentales de los que se compone la serie "Historia del Arte":

10. Siglo XX



EL MUDÉJAR Y DON DIEGO ANGULO

En la inauguración del curso 1932/1933, el profesor Diego Angulo Íñiguez pronunció el discurso "Arquitectura mudéjar sevillana de los siglos XIII, XIV y XIV". Este fue el primer estudio específico que se realizó sobre las manifestaciones artísticas del mudéjar popular que se dieron en la arquitectura sevillana de la etapa medieval.

Todos los templos de la zona norte de Sevilla (Santa Marina, San Marcos, Omnium Sanctorum, San Juan de la Palma o San Gil), fueron encuadrados en su contexto histórico y social y fueron relacionados con determinados artistas y constructores.

A partir de entonces los estudios sobre el mudéjar se sucedieron y alcanzaron, durante el último tercio del siglo XX, el máximo interés por parte de la historiografía. El trabajo de don Diego Angulo fue pionero y trazó un camino después seguido por muchos.